El rescate financiero de Estados Unidos

La medida del congreso estadounidense de inyectar 700 billones de dólares para solventar la crisis financiera que azota a Estados Unidos no ha estado ausente de polémicas. Al comienzo el partido republicano, coalición oficialista de la Casa Blanca, se negó a apoyar la medida por considerarla una maniobra política en vez de un salvataje económico. Por otro lado, los senadores demócratas apoyaron el plan financiero por considerarlo una buena inyección de recursos a los mercados norteamericanos. Tras un par de días de negociación entre ambas coaliciones, con la intervención del mismísimo presidente George Bush, se llegó un acuerdo de llevar el salvataje económico adelante.

Mientras tanto en Europa, países como Francia e Italia han puesto en duda el modelo económico neoliberal por las fallas ocurridas en los mercado. Estos países argumentan que la regulación es necesaria para que no se produzcan este tipo de vaivenes en los mercados internacionales y que las bolsas mundiales no caigan de forma tan aparatosa como lo que sucedió en Estados Unidos.

El gobierno chileno, a través de la presidenta Michelle Bachelet, criticó la falta de regulación de los mercados tras la crisis financiera de Estados Unidos. Y agregó que la "codicia de unos pocos" y la falta de voluntad de progreso para salir de la delicada situación económica que golpea a gran parte de los mercados internacionales.

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